¿Cómo debe actuar la familia de un adicto?
¿Cómo puedo ayudar a mi familiar adicto a la cocaína? Una pregunta que envuelve desesperación, dolor, incertidumbre. Cuando entre nuestros familiares hay una persona adicta a esta sustancia, surgen situaciones dolorosas que nos generan un profundo rechazo e impotencia. El desconocimiento sobre esta enfermedad y el gran umbral de tolerancia al sufrimiento que solemos mostrar frente a nuestros familiares, actúan como actitudes cómplices de una triste y destructiva realidad.
Por eso es positivo que acudamos a expertos que nos ayuden a lidiar con la incertidumbre sobre cómo actuar frente a los complicados escenarios que surgen con esta terrible adicción. En esta entrevista, desde I.T. nos aclaran más sobre la difícil posición de los familiares de personas adictas a la cocaína y las terapias que realizan en este centro.
PERFIL DE UN COCAINÓMANO
Comprender para ayudar a un familiar adicto a la cocaína u otra droga
¿Cómo se comporta un adicto a las drogas, como la cocaína?
La situación complicada que se puede encontrar el familiar es que la persona adicta no reconozca su enfermedad y no quiera ponerse en recuperación, que siga excusándose y que diga, una vez más, que lo va a dejar. La persona adicta puede empezar a recurrir al dinero familiar, a robar en casa… nos puede faltar oro, objetos valiosos.
Nos podemos encontrar con que las cuentas no estén claras, que cuando la persona enferma se va a comprar ropa vuelva sin ella y sin dinero. Puede pedir créditos sin que lo sepa la familia, y deber a los camellos que le proveen la sustancia. Nos podemos encontrar falta de honestidad.
La persona adicta puede pasarse muchas horas fuera de casa, hasta tirarse dos o tres días. Es una tómbola: el consumidor de cocaína tiende a la locura y esto se puede manifestar de cualquier manera. La mentira y la deshonestidad van de la mano con la adicción a la cocaína. También se puede manifestar de manera agresiva, soberbia: “solo yo tengo la razón…, os estáis equivocando…, pero si no estoy consumiendo…”.
¿Qué hacer con un familiar cocainómano?
Lo primero que hay que hacer con un familiar adicto en casa es ponerse en contacto con profesionales para que te digan cuál debe ser el modus operandi. Esto es importante porque la adicción no es fácil de entender, pero un profesional adecuado sí es capaz de educar y “hacerte ver”.
El o la cónyuge, por ejemplo, tienen muy pocas posibilidades frente a la enfermedad, lo único que pueden hacer para ayudar es informarse y aprender a ser firmes desde el cariño, para invitar al familiar adicto a emprender una recuperación óptima. Un familiar no tiene posibilidades ante las situaciones que se van a generar por la adicción. La única forma es ponerse en contacto con profesionales para que, desde ahí, tomen decisiones basadas en criterios establecidos.
Un recurso muy efectivo para encontrar el centro de desintoxicación que se ajuste a las necesidades y posibilidades de la persona adicta, para ayudar a un familiar adicto a la cocaína, es Adictalia.es, la red nacional de centros de desintoxicación y terapeutas en adicciones. Esta plataforma realiza un estudio especializado totalmente gratuito de la persona enferma y le proporciona información ajustada a su realidad de dónde tratarse en cualquier parte de España.
SALIR CON UN ADICTO A LA COCA
¿Cómo puedo ayudar a un familiar adicto a las drogas?
Lo que un adicto quiere es tener techo, que no le falte comida, dinero y tener una vida cómoda para seguir consumiendo. Por tanto, muchas veces creemos que cuidamos de la persona ofreciéndole todo esto, pero en realidad estamos haciendo justo lo contrario de lo que se necesita. No debemos creernos más mentiras, ni seguir dándole dinero o posibilidad de gasto, o poner buena cara cuando está haciendo lo incorrecto, es decir, justificarlo, mirar hacia otro lado.
La adicción a la cocaína es una enfermedad y no se trata de que la persona sea buena o mala, se trata de locura; y comprender la locura es imposible. Hay que abordar el tema, cuanto antes mejor, por medio de un profesional y siempre con firmeza y compromiso hacia uno mismo. Si mi cónyuge está mal, yo no voy a perder mi salud por él, voy a ayudarle en lo que pueda, pero no como él o ella quieren. Debo facilitarle el acceso a las herramientas necesarias para que salga, pero sabiendo que no soy la persona adecuada para tratarla.
ECHAR DE CASA A UN ADICTO
El límite de ayudar a un familiar adicto a la cocaína
¿Qué decirle a una persona que consume cocaína?
El límite para ayudar a un familiar adicto a la cocaína lo pone él mismo: la ayuda siempre se tiene que poner encima de la mesa, pero es el adicto el que tiene que elegir cogerla. Le ayudaremos a que elija entre las posibilidades de recuperación, de separación o ruptura de la relación o… la calle. Es la mejor manera, no se puede ayudar de otra.
¿Cómo convencer a alguien de que deje las drogas? ¿Es posible?
El límite está determinado por la propia problemática: cuando ya ha pasado un tiempo y la persona sigue consumiendo, cuando falta dinero o se actúa de forma deshonesta, o desaparece unos días de casa, o no responde al trabajo o a la familiar, cuando no se cuida a los hijos, los hermanos… eso puede determinar el límite de lo que debemos hacer. Pero somos los propios familiares los que decidimos cuándo parar; sabemos que la capacidad de sufrimiento de las personas es grande…
Ahora bien, debemos tener claro que hay que ser firmes cuando elijamos poner el límite. Porque en el momento en que dejemos sobrepasar ese límite, nuestra autoestima como acompañantes se vendrá abajo.
¿Y cómo ayudar a un familiar adicto a la cocaína a través de I.T.?
En Inspirando Transformación consideramos que la terapia de grupo es el mecanismo más potente para ayudar a un familiar adicto a la cocaína se ponga en recuperación. Esto es por la identificación que se crea entre las personas participantes.
Ahora bien, cuando un profesional, un familiar o un amigo le dice a un adicto a la cocaína lo que tiene que hacer, lo que surge es la rebeldía, el engaño o la deshonestidad. Van a surgir todos los defectos de carácter que esta persona tiene. Pero cuando un adicto en un grupo muestra la enfermedad, ahí no hay engaño: el grupo es una sala de espejos donde unos ayudan a otros a través del relato de su propia experiencia.
Hay varios tipos de grupos, enfocados con distintas técnicas. Hay grupos de confrontación, donde todos confrontan las actitudes de determinadas personas. Hay otros que son más bien ponencias, porque lo hacen los terapeutas. Otros que se basan en talleres… En I.T., el modelo que aplicamos es el grupo de autoayuda entre los propios adictos, donde los las personas con la enfermedad hablan en primera persona, sin confrontación y desde la experiencia de un trabajo guiado por un programa integral.
Así es como se puede obtener mayores resultados. Nuestra terapia de grupo apela a la identificación, no a través de juzgar, vigilar o controlar. Nos sentamos a hablar de lo que nos ocurre, porque siempre hay compañeros y compañeras que han superado estas situaciones y pueden enseñar a los que están aprendiendo. Aquí se benefician las dos partes: una se siente que crece su autoestima, el amor propio, porque ayuda con su experiencia; la otra se siente acompañada y ve que es posible actuar y salir de la manera en que la otra parte comenta. En un grupo se apoyan y se ayudan todas las personas que la integran.