
La heroína es un derivado de la morfina, la cual se obtiene de la planta del opio. Se trata, por tanto, de una de las sustancias opiáceas que actúan como agonistas puros. El cerebro ya cuenta con sus propios opiáceos endógenos, por tanto, las sustancias como la heroína, actúan sobre los mismos receptores neuronales que los endógenos, los receptores μ, potenciando de manera espectacular los efectos sobre el Sistema Nerviosos Central.
En Inspirando transformación realizamos el trabajo de deshabituación que incluye el tratamiento de adicción a la heroína en Valencia, para conseguir mantener la abstinencia y reorientar la vida de la persona adicta. Esta faceta del proceso terapéutico comprende terapias individuales y grupales.
¿Qué pasa cuando consumes heroína?
Los efectos reportados por la heroína son, principalmente:
- Analgesia,
- Somnolencia,
- Modificaciones del estado de ánimo,
- Depresión
- Respiratoria,
- Disminución de la motilidad intestinal,
- Náuseas, vómitos
- Alteraciones del sistema nervioso autónomo y endocrino
Las vías de administración de la heroína son diversas, pero sin duda la más conocida es la intravenosa, por medio de jeringuillas. De todas formas, esta sustancia puede introducirse en el cuerpo por vía:
- oral
- intravenosa (una de las dos más conocidas)
- intramuscular
- subcutánea
- sublingual
- rectal
- cutánea
- intranasal
- pulmonar (fumada, la otra más popular)
¿Cómo es la adicción a la heroína?
Se habla de dependencia o adicción a la heroína cuando se cumplen al menos tres de los siguientes aspectos durante al menos 12 meses:
- Desarrollo de Tolerancia: se necesita consumir cada vez más para obtener el mismo efecto
- Abstinencia: al no consumir se producen síntomas desagradables en el organismo
- Se consume cada vez más y durante más tiempo.
- Existe un deseo consciente de reducir lo que se consume
- El consumo centra la vida de la persona, todo lo que hace en su día gira en torno al ritual de consumir
- Reduce cada vez más las actividades sociales, personales, laborales
- A pesar de saber que le genera problemas en su vida, la persona sigue consumiendo
- Existe un deseo permanente e intenso por consumir
- Pierde la capacidad de controlar esa necesidad de consumo
¿Qué es el síndrome de abstinencia a la heroína?
Síntomas que se abordan en el tratamiento de adicción a la heroína en Valencia
Cuando una persona con adicción a la heroína corta el consumo, ya sea de forma voluntaria o porque no puede conseguir la sustancia, experimenta una serie de síntomas desagradables. Estos síntomas derivan del hecho de suspender el consumo, no por enfermedad médica, y provocan un malestar significativo y perceptible en la persona. Esto influye en su deterioro en ámbitos sociales, laborales e individuales.
Los síntomas de la abstinencia a la heroína son:
- Humor disfórico.
- Náuseas o vómitos.
- Dolores musculares.
- Lagrimeo o rinorrea.
- Dilatación pupilar,
- Piloerección o sudoración.
- Diarrea
- Bostezos.
- Fiebre.
- Insomnio.
En las décadas del 80 y 90, el consumo de heroína en España llegó a nivel tan alto que se hablaba de una epidemia. Las muertes juveniles provocadas por esta sustancia fueron incontables, gran parte de ella por enfermedades infecciosas contraídas al compartir jeringuillas. Así como el aumento de la demanda hospitalaria por intoxicación y el nivel de delincuencia asociada a la búsqueda de recursos para obtener la sustancia.
El consumo de esta droga disminuyó de forma notoria, al punto que hoy en España menos del 1 por ciento de la población de entre 15 y 64 años ha consumido heroína en los últimos 12 meses. Sin embargo, el policonsumo de drogas muestra que las personas jóvenes, no precisamente marginales, están empleando cada vez más la heroína fumada para contrarrestar el subidón producido por la cocaína en las noches de fiesta. En otras palabras, el perfil de consumidor de esta sustancia viene cambiando y planteando nuevos desafíos en relación con el consumo de este opiáceo.
¿Cuánto tiempo vive un adicto a la heroína?
Es difícil responder a esta pregunta, pues cada organismo responde de forma muy diferente a las drogas. Las muertes asociadas a la heroína pueden producirse por intoxicación aguda, pero también, y sobre todo, por enfermedades infecciosas transmitidas al compartir jeringuillas o accidentes derivados de conductas riesgosas bajo el efecto de la sustancia.
Consumir heroína puede provocar problemas de salud no infecciosos como:
- Trastornos cardíacos
- Problemas hematológicos
- Inmunitarios
- Pulmonares, como edemas, embolismo pulmonar, asma
- Neurológicos, como mielopatías, neuropatías, accidentes cerebrovasculares…
- Genito-urinario,
- Abortos espontáneos
- Problemas gastrointestinales, como gastritis, deterioro y falta de piezas dentales, hemorragias digestivas altas, pancreatitis aguda, cirrosis
- Endocrino-metabólicas
- Disminución de la líbido, impotencia y eyaculación retardada, disminución de la fertilidad
- Musculoesqueléticas, como síndrome musculoesquelético, miopatías, artralgias,
- Oculares
- Dermatológicas, como escaras, ulceraciones, edema crónico de manos…
El consumo de heroína también se asocia a enfermedades de tipo infeccioso, como:
- Endocarditis infecciosa, trombo‑ ebitis séptica
- Bacteriemias, sepsis
- Neumonías, bronconeumonías
- Abscesos cerebrales, meningitis bacterianas
- Gingivitis, periodontitis
- Fascitis, osteoartritis séptica
- Endoftalmitis por cándida
- Infecciones cutáneas y de partes blandas
- Cistitis y enfermedad como sífilis, gonorrea, herpes, hepatitis víricas y VIH
- Infección por VIH-SIDA
TRATAMIENTO DE ADICCIÓN A LA HEROÍNA
¿cómo se trata la adicción a la heroína?
El tratamiento de adicción a la heroína comprende diferentes etapas y un trabajo multidisciplinar. Esto significa que además del aspecto eminentemente biológico de limpiar el organismo de la sustancia y conseguir la abstinencia del consumo, también debe abordarse el perfil psicológico, emocional, laboral, familiar y social de la persona. El objetivo del tratamiento consiste, por tanto, no solo en que deje de consumir, que es lo básico de cualquier tratamiento de adicciones; sino también en que se mantenga abstinente y reenfoque su vida para encontrar motivación lejos de la conducta adictiva.
En primera instancia, la adicción a la heroína se trata buscando la desintoxicación. Para esto, la persona puede ingresar en una unidad hospitalaria o centro de desintoxicación o ser atendida en su casa, de forma ambulatoria. Cada escenario dependerá de la gravedad y características de cada caso: no existe un perfil tipo de persona adicta.
La desintoxicación de la heroína se consigue por medio del apoyo psicológico y familiar, pero, inevitablemente, también de la administración de fármacos. Estos buscan que la persona no consuma heroína y, principalmente, aplacar los síntomas propios del síndrome de abstinencia que sufre el organismo al dejar de recibir las dosis de droga a las que estaba habituado.
Los fármacos pueden ser de tipo antagonista: impiden que los receptores sinteticen la sustancia, con lo cual la persona no conseguirá el efecto deseado cuando consuma, pero sí sufrirá el síndrome de abstinencia. El fármaco antagonista más conocido es la naltrexona.
Los agonistas, por su parte, actúan sobre los receptores de la misma forma que lo hace la heroína, pero sin provocar la euforia propia de esta droga ni provocar los problemas orgánicos. Por tanto, la persona consigue satisfacer la demanda de consumo sin sufrir las consecuencias ni el síndrome de abstinencia. Los fármacos más conocidos de este tipo son la metadona y la buprenorfina.
Estos fármacos se emplean incluso después de la desintoxicación, para conseguir el mantenimiento de la abstinencia. El tiempo en que se administran depende de cada caso y siempre resulta de un pacto entre paciente y profesional médico. Hay persona que, tras un período largo de tratamiento, consigue también la retirada de estas sustancias. Y otras que la requieren de por vida.
Tras la desintoxicación, la persona debe pasar un tratamiento de deshabituación, donde las terapias individuales y grupales resultan fundamentales. Las técnicas más utilizadas en estos ámbitos terapéuticos son la cognitivo-conductual, la entrevista motivacional y la gestión de contingencias. Se trata, en definitiva, de darle a la persona herramientas para reorientar su vida y encontrar nuevas motivaciones lejos del consumo. Para ello, realiza un profundo trabajo de revisión y reformulación de creencias sobre la vida.
En Inspirando Transformación trabajamos cada día en Valencia con personas adictas la heroína, que buscan desarrollar su personalidad y encontrar nuevos estímulos lejos de la sustancia.